
Liessel Marenco
Coordinadora I de gestión humana.
“Participar en la actividad de siembra de mangles fue una experiencia de vida que me permitió, además de conocer mejor la historia de estos, empatizar mucho más con el medio ambiente y lo responsables que debemos ser frente a su cuidado. Ojalá niños y adultos y en general toda la población tuvieran la iniciativa y posibilidad de realizar este tipo de obras sociales de cara al medio ambiente, con seguridad la responsabilidad fuese absoluta.”.
‘Manos a la ciénaga’ se prepara para sembrar más de 300 mangles en el vía parque Isla Salamanca
La iniciativa, desarrollada desde 2014, ha ayudado a reforestar el Vía Parque Isla Salamanca con más de 4000 ejemplares de mangle. Este martes se realiza el traslado de las plantas y el sábado su siembra en el ecosistema, con el apoyo de voluntarios.
El programa ‘Manos a la ciénaga’ de Ecocampus, desarrollado desde 2014 como respuesta a las quemas que se realizan desde hace más de una década en la Vía Parque Isla Salamanca y busca ayudar a la recuperación del ecosistema de la ciénaga, desarrolla el martes, 22 de noviembre, el traslado de las plántulas de mangle que se cuidaron durante 7 meses en el Aula Viva de la universidad y el sábado, 26 de nov., su siembra en el ecosistema.
La Vía Parque Isla Salamanca no solo es un pulmón de aire fresco para Barranquilla sino un aeropuerto natural para las casi 200 especies de aves que resguarda, entre residentes, migratorias y endémicas. Su preservación es vital para la supervivencia del ecosistema que protege y por eso el programa Ecocampus, en conjunto con profesores, colaboradores y estudiantes de Uninorte, decidió contribuir a la solución de este problema que tiene un impacto ecológico, social y económico.
«Es por eso que Ecocampus ha aportado a la recuperación del bosque manglar, trayendo semillas al Aula Viva, cuidándolas y sembrándolas en las zonas más afectadas por las quemas. Los principales impulsores han sido estudiantes y profesores. Este año una comitiva fue en mayo y recolectaron propágulos en el Vía Parque Isla de Salamanca. Trabajamos con funcionarios del parque, quienes les indicaron las zonas donde se debían recolectar las semillas de mangle rojo»,
Por: Javer Herrera, asistente de Ecocampus.
Este martes, 22 de noviembre, unas 50 personas, entre estudiantes de Uninorte, del Colegio Royal School y colaboradores de la empresa Logicem, se encontrarán en el Aula Viva para clasificar los mejores mangles. Cerca de 300 plantas serán trasladadas en bus al Vía-Parque para que empiecen su proceso de adaptación en el ecosistema. Los voluntarios también realizarán un recorrido para reconocer el ecosistema.
El sábado participarán otras 40 personas en la siembra de las plántulas, entre estudiantes de la Universidad del Norte, los grupos estudiantiles ambientales y los colaboradores de la empresa Ultracem y Logicem. A diferencia de años anteriores, se realizará en montículos acuáticos para evaluar el crecimiento.
A lo largo de esta iniciativa, desde 2014, han participado más de 300 personas y se han recolectado y sembrado más de 4 mil semillas.
«Esta actividad se usa como sombrilla para dar a conocer a la comunidad universitaria y al público en general la importancia que tiene este ecosistema para nuestro bienestar, que de la conservación de este espacio depende nuestra salud. Es importante que la gente reconozca cuándo se están haciendo las quemas para que se puedan movilizar y hacer parte de la solución», advierte Herrera.Por: José Luis Rodríguez R. / Universidad del Norte - 21 nov 2022 https://www.uninorte.edu.co

Viviana Sánchez
Dpto. Financiero.
“Cuando llegó la invitación al voluntariado para la siembra de plántulas de Mangle en el Vía Parque Isla Salamanca, me pareció una súper campaña, pues lamentablemente el ser humano está acabando con el ecosistema, sin embargo, #Manosalaciénega fue un reto personal, pues sentí temor cuando llegamos a campo y supe que el agua nos llegaría a la cintura, sentí que en cualquier momento saldría un caimán a comerme, aun cuando, los funcionarios del parque garantizaron nuestra seguridad; con el pasar de los minutos empecé a sentir confianza y satisfacción por lo que aportaría al medio ambiente en esa zona, inclusive cuando recupere la suela del zapato de una de mis compañeras que se desprendió en el lodo en medio de un ataque de risa comunitario”.