Por: Lina Salas Ramírez.
El sector de fertilizantes tiene sus propias dinámicas y por ende cuidados muy particulares. En Logicem hemos acumulado una importante experiencia con clientes que generan grandes volúmenes de carga y en este artículo te contamos algunas de las noticias más recientes en Colombia; cómo la pandemia ha afectado este sector, en medio de esas particularidades.
En primera instancia, visualicemos:
Los fertilizantes son productos químicos y parte de los bienes denominados commodities (y el más costoso en comparación con los otros cinco commodities de referencia: alimentos, agricultura, metales y minerales, energía y cereales). Son utilizados para aportar los nutrientes necesarios al suelo y permitir el correcto desarrollo de las plantas. Tienen propiedades físicas que deben tenerse en cuenta para su almacenamiento, aplicación y, por supuesto, su transporte:
- Higroscopicidad: Se refiere al nivel de absorción de agua dependiendo de la presión de vapor de agua y la humedad en el ambiente. Conocer la higroscopicidad de cada fertilizante es clave (así como la temperatura y humedad del aire donde se encuentra el producto) porque si esto ocurre durante el almacenaje y manejo se reducen las cualidades físicas del fertilizante.
- Apelmazamiento: Se refiere a la formación de fuerzas adhesivas entre los gránulos de los fertilizantes. Esto tiene que ver con reacciones químicas en el producto, fuerzas capilares entre las superficies, humedad relativa del aire, temperatura y presión ambiental, contenido de humedad del producto, resistencia mecánica, entre otros.
- Forma de las partículas y distribución granulométrica: Esto es importante de conocer especialmente para las propiedades de esparcimiento y tendencias a segregación del fertilizante.
- Resistencia física de las partículas: Es la habilidad del fertilizante para resistir los factores impuestos durante la cadena de manejo. La resistencia mecánica depende de la estructura de la superficie y la resistencia a la compresión de las partículas.
- Tendencias a producir polvo y finos: Grandes cantidades de polvo pueden causar molestias en los ambientes en los que se movilicen fertilizantes, por eso esto requiere regulaciones especiales en los países. Algunos factores que pueden causar estas formaciones son absorción de agua, roces mecánicos, desgaste mecánico de los equipos de manejo, superficies de mala calidad, entre otros.
- Densidad aparente: Se refiere al peso por volumen (kg/m3) y su variación mínima es ideal para la aplicación mecánica de los fertilizantes.
- Compatibilidad (química y física): La cual es importante para evitar, en especial, la contaminación entre tipos de producto y otros problemas que pueden afectar la seguridad y la calidad.
¿Y cómo se desarrolla este sector en Colombia, en medio de una pandemia?
Pues en lo corrido de 2021 los precios han aumentado y las empresas que requieren de estos productos siguen a la espera de estrategias que permitan normalizar estas situaciones. Como siempre la efectividad de la logística es clave y una realidad salta determinante:
Colombia no es un país productor de fertilizantes, a pesar de ser uno de los países con el consumo más alto de acuerdo con cifras del Banco Mundial (2013)
En 2021, los agricultores han reportado un aumento del 30% en precios de fertilizantes para uso agropecuario, lo cual resulta preocupante al representar casi el 40% del costo total de su producción, y un mínimo del 25% del valor, según el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia – SAC, Jorge Enrique Bedoya.
El efecto que la pandemia por Covid-19 trajo a la logística global y local, los cambios que exigió en las cadenas de suministro, las complicaciones que significó el cierre de puertos (que aún hoy funcionan bajo restricciones para evitar tumultos y atendiendo cierres inesperados en diversos puntos de la cadena), los aumentos en los fletes, la escasez de buques, aviones, camiones y otros medios, han generado presiones y complicaciones en todos los sectores y en todo el mundo, pero en Colombia ocurre un fenómeno especial en torno a los fertilizantes porque ocupamos, sobre todo, productos importados.
A esto se suman los efectos de los bloqueos en el Puerto de Buenaventura, entre mayo y junio, del que muchos líderes gremiales siguen reportando procesos de recuperación y que se encuentra cerca de una de las mayores plantas de fertilizantes de nuestro país y Latinoamérica (Yotoco, Valle del Cauca).
Según la Encuesta Nacional Logística de 2020 entregada recientemente por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), en comparación con la encuesta de 2018 los costos de la logística para los empresarios y productores nacionales se redujo al llegar al 12,6% (hace tres años en un 13,5%), pero en el sector agropecuario pasó de 12,8% de los costos totales de los productores, al 22,3%.
Augusto Solano, presidente de Asocolflores, aseguró que en la pandemia, el transporte ha sido uno de los grandes retos.
“La floricultura es 50% agricultura y 50% logística, por lo menos el 30% a 40% del costo de una flor que se pone en el exterior es transporte” y esto lo mencionaba porque, naturalmente, en medio de la pandemia fueron los medicamentos la prioridad de todo transporte.
La logística siempre será la respuesta.
Además de la revisión de las regulaciones y la mejora de condiciones de los créditos agropecuarios, que piden los representantes de los gremios, la acción que se puede realizar inmediatamente y en cada operación de producción y distribución de fertilizantes, es logística.
Todo un entramado de variables aparece al visualizar las operaciones entre fabricantes, intermediarios (distribuidores, transportadores) y consumidores en el marco del contexto específico que suponen las características geográficas, climáticas, sociales, culturales (económicas e históricas) de cada mercado. Optimizarlas para obtener la mayor rentabilidad, en el menor tiempo, de manera recíproca a las necesidades de los clientes (su demanda) es la labor de la logística.
Un elemento determinante en nuestros tiempos y que es sin duda parte de la lógica logística, es el cuidado del medio ambiente, el cual implica, entre otros:
- Reciclaje de empaques. Sacos vacíos pueden ser tratados como basura no peligrosa o mandados a reciclaje. Ensayos han mostrado que sacos vaciados en esta manera solo contienen residuos diminutos y se consideran no peligrosos.
- Minimizar la cantidad de desechos de envases usando el tamaño idóneo para la cantidad de producto que se necesite.
- Segregar empaques vacíos de acuerdo con su tipo.
- Evitar aplicaciones erróneas que puedan causar fugas a vías fluviales provocando incremento en crecimiento descontrolado de algas eutrofizantes.
- Evitar la contaminación cruzada durante los desplazamientos.
- Conservar los fertilizantes en las condiciones de humedad y temperatura necesarias.
- Optimizar tiempos de entrega para mantener el mejor estado del producto.
Una de las soluciones que plantea desde el Instituto Colombiano Agropecuario – ICA, es la implementación de fertilizantes orgánicos, se vienen produciendo de manera artesanal. Además, reducen de manera significativa los costos de producción, mientras favorecen las características del suelo permitiendo una retención del agua, sin generar alteraciones químicas negativas.
¿Qué sabes de todo esto? ¿Trabajas cerca del sector de fertilizantes? ¿Qué oportunidades ves en este sector, teniendo en cuenta lo vital que es para otros sectores, por ende para la economía? Cuéntanos todo lo que quieras en nuestras redes sociales:
- @LogicemOficial en Facebook, especial para conductores.
- @LogicemOficial en Instagram
- Logicem S.A.S. en LinkedIn
- YouTube: Logicem Logística